Casi todos los homicidas de los que hicimos un perfil eran hombres. Muchos estaban socialmente aislados de sus Familias o de sus comunidades y tenían una sensación de alienación. La mayoría decide no pedir ayuda cuando enfrentan dificultades, como una ruptura amorosa o un despido laboral. Nuestras comunidades y gobiernos necesitan encontrar formas de reducir el aislamiento social de manera más extensa y mejorar el acceso al cuidado de la salud mental y el tratamiento para el consumo de sustancias.