«Si pudiera prestarte todo lo que he adquirido, tendrías armas para enfrentarte a todos tus fantasmas y a los que te esperan agazapados, con el disfraz de amigos. Si pudiera ser una esponja gigante, absorbería todas tus lágrimas y penas y enfados; podrías empezar de nuevo, sin rencores, sin resquemor, sin desconfianza».
Familias, estados minúsculos
Exagero poco, diciendo eso. Y aún me atrevo a añadir que, sin las familias, el Estado no existiría; las familias son su verdadero origen y cabe que sean víctimas propiciatorias del mismo Estado si este pierde el sentido metafísico de su existencia porque, si no se...