La experiencia de la maternidad nos obliga a metamorfosearnos. No es sólo un cambio físico –probablemente no haya vivencia tan corporal como la maternidad–, también es un cambio identitario. Fue esto, el impacto sobre la identidad propia, lo que llevó a Katixa Agirre (Vitoria-Gasteiz, 1981) a escribir Las madres no (Tránsito), una novela que bebe del thriller, del ensayo y de la crónica para mostrar las luces y las sombras –y abismos– de la maternidad.
La crisis golpea de nuevo a los jóvenes
Se acaban de publicar los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2012, tenemos 5,97 millones de desempleados. Hemos rozado los seis millones y la situación es gravísima. Desde el punto de vista económico tiene más sentido analizar la evolución del empleo, pues el...