La experiencia de la maternidad nos obliga a metamorfosearnos. No es sólo un cambio físico –probablemente no haya vivencia tan corporal como la maternidad–, también es un cambio identitario. Fue esto, el impacto sobre la identidad propia, lo que llevó a Katixa Agirre (Vitoria-Gasteiz, 1981) a escribir Las madres no (Tránsito), una novela que bebe del thriller, del ensayo y de la crónica para mostrar las luces y las sombras –y abismos– de la maternidad.
Mamá, quiero quedarme ciega
"¿Deberíamos impo"ner multas a quien se equivoque y diga a un ‘transciego’ cosas ofensivas para él, como ‘mira tú por dónde’ o ‘¡hasta la vista!’?".