La experiencia de la maternidad nos obliga a metamorfosearnos. No es sólo un cambio físico –probablemente no haya vivencia tan corporal como la maternidad–, también es un cambio identitario. Fue esto, el impacto sobre la identidad propia, lo que llevó a Katixa Agirre (Vitoria-Gasteiz, 1981) a escribir Las madres no (Tránsito), una novela que bebe del thriller, del ensayo y de la crónica para mostrar las luces y las sombras –y abismos– de la maternidad.
El consuelo de la Quiet Ambition
"A partir de 2008, la relación entre sacrificio y expectativas se truncó. El sacrificio se hacía mayor en los sectores azotados por la recesión, y la recompensa, más improbable. Las empresas exigían más por mucho menos. Ser becario dejó de ser una gatera de entrada a...