«La última vez que jugué fue hace 30 años. Me quedaba una moneda en el bolsillo. No entiendo por qué, porque nunca tenía dinero, todo me lo gastaba. Salí al balcón de mi casa y lancé la moneda al aire. Si sale cara, pido ayuda. Si sale cruz, me mato… Estaba harto. Y me habría tirado tan a gusto».
A mi hija
"Si pudiera prestarte todo lo que he adquirido, tendrías armas para enfrentarte a todos tus fantasmas y a los que te esperan agazapados, con el disfraz de amigos. Si pudiera ser una esponja gigante, absorbería todas tus lágrimas y penas y enfados; podrías empezar de...