«La última vez que jugué fue hace 30 años. Me quedaba una moneda en el bolsillo. No entiendo por qué, porque nunca tenía dinero, todo me lo gastaba. Salí al balcón de mi casa y lancé la moneda al aire. Si sale cara, pido ayuda. Si sale cruz, me mato… Estaba harto. Y me habría tirado tan a gusto».
Depresión, ansiedad y pensamientos suicidas: el informe que Facebook ocultó sobre los efectos de Instagram
Tampoco es justo culpar sólo a Facebook de algo que es habitual entre las grandes tecnológicas de Silicon Valley. Todas prefieren pedir perdón a pedir permiso y su manera habitual de disculparse es pagar multas millonarias. Por ejemplo, Google abonó 5.000...