«La última vez que jugué fue hace 30 años. Me quedaba una moneda en el bolsillo. No entiendo por qué, porque nunca tenía dinero, todo me lo gastaba. Salí al balcón de mi casa y lancé la moneda al aire. Si sale cara, pido ayuda. Si sale cruz, me mato… Estaba harto. Y me habría tirado tan a gusto».
Jada Pinkett Smith no tendría que ‘aceptar una broma’. Tampoco tú
"No importa lo dura que tengas la piel o lo protegido que estés por la riqueza, la fama y el poder: que se rían de ti no tiene gracia. A veces, es intolerable".