Ningún padre ni ninguna madre en su sano juicio admite que las pantallas tengan beneficio alguno en sus hijos e hijas. Todos los manuales de crianza advierten de los efectos nocivos (entre otros, la falta de atención) y aconsejan un uso muy limitado tanto para los peques como para los adultos que están delante de ellos, esponjas que imitan todo lo que ven. Esa es la teoría. La realidad es muy diferente y se comprueba yendo al parque cualquier tarde.
Vacuna contra el coronavirus: la inusual estrategia del país que está vacunando primero a los jóvenes y no a los ancianos contra la covid-19
En lugar de vacunar a las personas mayores en la primera fase de aplicación, las primeras dosis -después de los trabajadores de la salud- serán para los trabajadores de entre 18 y 59 años. El presidente Joko Widodo, de 59 años, se ha ofrecido como voluntario para ser...