Ningún padre ni ninguna madre en su sano juicio admite que las pantallas tengan beneficio alguno en sus hijos e hijas. Todos los manuales de crianza advierten de los efectos nocivos (entre otros, la falta de atención) y aconsejan un uso muy limitado tanto para los peques como para los adultos que están delante de ellos, esponjas que imitan todo lo que ven. Esa es la teoría. La realidad es muy diferente y se comprueba yendo al parque cualquier tarde.
Anuncios en TikTok para desnudar chicas: por qué es casi imposible parar estas ‘apps’
"Hay un montón de servicios que ofrecen exactamente lo mismo. Estos días he estado mirando y, solo en Telegram, hay unos 15 bots iguales", comenta Marcelino Madrigal, informático especializado en el análisis de redes sociales que, durante años, investigó y persiguió...