Que levante la mano quien no haya gritado alguna vez a sus hijos. Puede que la escena le resulte familiar: niño jugando a la pelota en mitad del comedor. Padre o madre recordándole que la pelota es un juego para el parque y que pare de darle patadas antes de que se rompa algo. Padre o madre repitiendo su petición cuatro, cinco veces. A la sexta, padre o madre se hartan y le dan un grito al crío.
El ahorro de las familias crece un 3,2% en plena crisis de los precios y alcanza el billón de euros
El ahorro acumulado por las familias servirá de cierto escudo para poder asumir todos los costes y compromisos financieros asumidos, como el abono de las hipotecas.