Un equipo internacional de investigadores de las universidades de Western Sydney, Harvard, Kings College, Oxford y Manchester (Reino Unido) han evidenciado que Internet puede producir alteraciones agudas y sostenidas en áreas específicas de la cognición, que pueden reflejar cambios en el cerebro, afectando a las capacidades de atención, memoria e interacciones sociales.
Deben aprender a sacrificarse: cómo no educar a una hija
Se dice que nunca antes en la historia del hombre hemos mimado y sobreprotegido tanto a nuestros hijos, y es bastante posible que así sea. Una de las críticas más habituales realizadas a los padres modernos es que han intentado, por todos los medios, que sus hijos no...