Tan antiguo como amar es querer también contarlo. Y tan español es decir como temer el qué dirán. Sobre estas dos realidades oscila hoy un suceso, una muerte, en la que convergen muchas otras certezas y otras tantas incertidumbres: el velocísimo desarrollo tecnológico en ningún caso comparable al ritmo de asunción digital que demostramos los seres humanos, el exhibicionismo rampante desde que nos invadieron -invadimos- las redes sociales, las ya hace tiempo tecnosexualizadas relaciones sentimentales -apps para ligar, para consentir o romper, sexting, cibersexo- y una serie de consecuencias -linchamientos, pornovenganzas, ghosting, orbiting– para las que, según los expertos, no estamos en absoluto preparados.
Marc Masip, psicólogo experto en adicciones: “No puedes estar cada día con el móvil durante la cena con tus hijos, si siempre estás con el teléfono delante de ellos, no los disfrutas ni estás educando bien”
"La adicción a los videojuegos está reconocida oficialmente por organismos como la OMS, mientras que la adicción al móvil o a las redes sociales aún no lo está. Pero bueno, digamos que para que haya un diagnóstico clínico, debe existir una afectación significativa...