Así, en 2013, el porcentaje en esta franja de edad se situaba en el 48,5% hasta llegar el año pasado al 53,1%. También ha aumentado el porcentaje de personas de 30 a 34 años que vivían con sus padres o con alguno de ellos, que se situó el año pasado en el 24,7%, con un incremento de 4,2 puntos desde 2013, cuando se situó en el 20,5%.