José Viña puso hace unos meses a su madre, de 96 años, a subir todos los días seis pisos por la escalera, y asegura que su salud ha mejorado. “Cuando se va a entrenar me dice que no tiene ganas, para en el tercero a respirar, y le sube el pulso, pero los sube. Al principio le costaba más, pero ahora no sigue subiendo porque arriba solo tiene el terrado. Luego, eso sí, baja en ascensor, las caídas bajando son muy peligrosas”.
Las nuevas familias desplazan a las tradicionales, pero la economía no se ha dado cuenta
Los hogares monoparentales y sin hijos son mayoría y van a cambiar las pautas de trabajo y de consumo. Es necesario actualizar el sistema de protección social para responder a sus necesidades.