En un país como el nuestro donde las jornadas laborales son de 8 horas es difícil conciliar la vida familiar con la laboral. Los progenitores se ven obligados a recurrir a otras actividades extraescolares que mantengan a los niños ocupados mientras finaliza la jornada laboral. Entre medias surge la necesidad de que los niños coman fuera de sus casas y el lugar más indicado es el colegio.
Toque de queda en el país donde se sale del trabajo a las 7: hablemos de nuestros horarios
"Es verdad que nos levantamos y entramos a trabajar a la misma hora que en otros países de Europa, pero la hora de comer y cenar son más tardías, por eso el 'prime time' empieza mucho más tarde", explica Fernández-Crehuet a este periódico.