En un país como el nuestro donde las jornadas laborales son de 8 horas es difícil conciliar la vida familiar con la laboral. Los progenitores se ven obligados a recurrir a otras actividades extraescolares que mantengan a los niños ocupados mientras finaliza la jornada laboral. Entre medias surge la necesidad de que los niños coman fuera de sus casas y el lugar más indicado es el colegio.
Comer en familia, el mejor ‘alimento’ para evitar la obesidad de los adolescentes
No hace tanto, padres, madres, hijos, hijas y, a veces, hasta algún abuelo que vivía en casa, se sentaban juntos a la mesa para comer y cenar. O, al menos, en una de las dos ocasiones. En esos momentos surgían las risas, las conversaciones, las historias, las...