En un país como el nuestro donde las jornadas laborales son de 8 horas es difícil conciliar la vida familiar con la laboral. Los progenitores se ven obligados a recurrir a otras actividades extraescolares que mantengan a los niños ocupados mientras finaliza la jornada laboral. Entre medias surge la necesidad de que los niños coman fuera de sus casas y el lugar más indicado es el colegio.
Cada cuatro minutos
Vamos de mal en peor. Y eso ocurre en todos los aspectos de la vida en España. El último informe del Instituto de Política Familiar es demoledor: cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en España. ¿Va a quedar alguno para contarlo?