En un país como el nuestro donde las jornadas laborales son de 8 horas es difícil conciliar la vida familiar con la laboral. Los progenitores se ven obligados a recurrir a otras actividades extraescolares que mantengan a los niños ocupados mientras finaliza la jornada laboral. Entre medias surge la necesidad de que los niños coman fuera de sus casas y el lugar más indicado es el colegio.
Odio correr. Engaño a mi cerebro para que lo haga de todos modos
Si tu único ejercicio es correr y, como yo, lo odias, no seguirás con ello. Camina si te gusta, nada si es lo tuyo. Yo tengo un maniquí de kickboxing, una barra de dominadas y unas cuerdas de batalla que me encanta utilizar. No conviertas cada entrenamiento en un...