Durante años, Pablo se hizo la misma pregunta: ¿cómo puede una persona estar tan enganchada a la tragaperras? Se refería a un hombre que veía todas las mañanas en la cafetería donde iba a desayunar. Siempre estaba jugando. Tiempo después se lo volvió a encontrar, esta vez en una terapia de rehabilitación para ludópatas. Ambos eran adictos al juego, con la diferencia de que los 340.000 euros de deuda de Pablo no venían de gastar dinero físico, sino de apostar online.
Aprobado en Andalucía un programa pionero de prevención del suicidio
El plan, inicialmente, ha partido de bases como la ejecución de un modelo que elimine el abuso de psicofármacos, un aumento de las plazas PIR (psicólogo interno residente), garantizar que los profesionales de enfermería de unidades de hospitalización de salud mental,...