En los hogares donde los gritos son recurrentes, los niños tienden a desarrollar una baja autoestima e índices más altos de depresión. Un estudio de 2014 publicado en The Journal of Child Development comprobó que gritar produce en los niños secuelas similares al castigo físico: altos niveles de ansiedad, estrés, depresión y un aumento de los problemas de conducta.
Las notas en España no dejan de subir en la privada y la pública, pero no es tan raro como parece
Este aumento continuado de las notas es resultado de una serie de factores, como una competitividad educativa que se ha agudizado durante los últimos años y que presiona a alumnos, profesores y centros.