Hace unos meses que los clientes del bar de la esquina han empezado a decirle a Laura lo guapa que está. Ella suda frío. No sabe si la piropean porque ha engordado un par de kilos y se ve mejor o porque la han visto en un vídeo, desnuda, masturbándose. Laura, de 51 años, pide que no se publique su verdadero nombre porque vive en un estado de paranoia y miedo desde que decidió acabar con su novio en febrero.
«Que los padres den móviles con Internet a sus hijos es una barbaridad»
Los móviles, las redes y, sobre todo, la pornografía están creando una sociedad hipersexualizada desde la infancia. Sí, esta sexualización de la sociedad, es obvio. Esto está haciendo muchísimo daño a la salud mental, a la salud de los matrimonios, a la familia, y es...