Hace unos meses que los clientes del bar de la esquina han empezado a decirle a Laura lo guapa que está. Ella suda frío. No sabe si la piropean porque ha engordado un par de kilos y se ve mejor o porque la han visto en un vídeo, desnuda, masturbándose. Laura, de 51 años, pide que no se publique su verdadero nombre porque vive en un estado de paranoia y miedo desde que decidió acabar con su novio en febrero.
La odisea de dos madres solteras para conciliar: «Es una locura, porque todo depende de ti»
A Cristina, madre soltera de dos pequeños de 12 y 3 años, la llegada de la tormenta Filomena le pilló en Cantabria, con la familia.