De un día para otro, un niño feliz y sonriente se convierte en un preadolescente callado y guerrero, que critica por sistema las decisiones paternas y se pasa las horas encerrado en su habitación. Suele ocurrir en torno a los 11 años, cuando comienza la preadolescencia, y supone uno de mayores retos para madres y padres.
El mejor aliado del virus se llama fatiga pándemica
La Organización Mundial de la Salud describe la fatiga pandémica como “la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones,experiencias y percepciones, así como por...