«Porque la felicidad ni se crea ni se destruye. Se trabaja. Eso sí, aclaro desde ya que para mí la felicidad no se busca, no se persigue; llega. Pero llega cuando llevamos a cabo todo aquello que la atrae. Y desde luego las vacaciones son un gran momento para hacer todas esas cosas que hacen que nuestros índices de felicidad aumenten».
El uso y disfrute del domicilio a los hijos y la realidad social
En los últimos años, la atribución del uso y disfrute del domicilio familiar a los hijos menores de padres separados se efectuaba con disparidad de criterios en las distintas Audiencias Provinciales. Ahora, la doctrina más reciente y moderna del Tribunal Supremo sobre...