La tecnología y el acceso a Internet forman parte indispensable de nuestra vida y actos cotidianos, del mismo modo que también están presentes en los niños desde edades cada vez más tempranas.
Las posibilidades de conexión son cada vez más variadas y lo seguirán siendo, la tecnología e Internet evolucionarán, pero no se marcharán, están aquí para quedarse. Esto supone un nuevo reto para las familias: la educación digital. Los padres tienen que ser conscientes de que a medida que avanza la tecnología y las oportunidades de conexión, nuestras interacciones cambian, se generan nuevas experiencias y a la vez, pueden surgir nuevas amenazas.
La sociedad digital nos adentra en un futuro que muchas veces escapa a nuestra imaginación y nos obliga a estar en un proceso continuo de aprendizaje, protección, actualización, y comunicación eficaz entre todos los miembros de la familia.