Volvías del colegio con sed de camello, tirabas la mochila en la habitación, bebías un vaso de agua, le echabas un ojo fugaz a los gusanos de seda y soltabas aquellas cinco palabras. Las decías muy rápidamente, con la mano en el picaporte y la puerta cerrándose ya. Las cinco palabras que eran una sola: «Mebajoalacalle».
Hay que cambiar la forma de trabajar en España
Con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se conmemora este 8 de marzo, la presidenta Fundación Mujer Familia y Trabajo, María Sánchez-Arjona, detalla en esta entrevista el trabajo de la institución que preside y analiza la situación actual de la...