Volvías del colegio con sed de camello, tirabas la mochila en la habitación, bebías un vaso de agua, le echabas un ojo fugaz a los gusanos de seda y soltabas aquellas cinco palabras. Las decías muy rápidamente, con la mano en el picaporte y la puerta cerrándose ya. Las cinco palabras que eran una sola: «Mebajoalacalle».
Cada cuatro minutos
Vamos de mal en peor. Y eso ocurre en todos los aspectos de la vida en España. El último informe del Instituto de Política Familiar es demoledor: cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en España. ¿Va a quedar alguno para contarlo?