Llevamos ya muchos años escuchando la misma cantinela, pero hasta que no se para uno a analizarlo detenidamente no se reconoce la magnitud del desastre: estamos desapareciendo. No se trata de una exageración para animar a la población a procrear y así asegurar el futuro de las pensiones, la cosa es mucho más grave e irrefutable.
Se dispara la adicción al móvil, videojuegos o apuestas y los graves problemas de conducta que generan
Hasta el 2008 no existía este problema pero desde año, en que llegaron los primeros adolescentes a las consultas, no ha dejado de crecer, cada vez con más intensidad, especialmente desde 2016.