Llevamos ya muchos años escuchando la misma cantinela, pero hasta que no se para uno a analizarlo detenidamente no se reconoce la magnitud del desastre: estamos desapareciendo. No se trata de una exageración para animar a la población a procrear y así asegurar el futuro de las pensiones, la cosa es mucho más grave e irrefutable.
Las familias que abandonen Tokio recibirán un millón de yenes por cada hijo
Esta medida no es la primera en este sentido. Hace cuatro años ya prometieron tres millones de yenes anuales a todos aquellos que se trasladaran fuera de Tokio.