Lina Martín Calvo es maña, de Zaragoza. Estudiando en la universidad conoció a un mozo francés que estaba en un programa de Erasmus. Se enamoraron y finalmente ella se fue a vivir a París para casarse con él. De esto hace ya unos cuantos años y de ese matrimonio han nacido dos hijas; Inés de 18 años y Ana de 13.
El perverso placer de la desconexión
El concepto de la desconexión, en apariencia inocuo, es un eufemismo que oculta una esclavitud intelectual y emocional: al igual que dormir, constituye tan solo una pausa para seguir produciendo.