España es el país europeo que más sufre el drama de la natalidad. Ocupa, junto a Italia, los peores puestos en el ‘ranking’ de fertilidad y nacimientos, lo que supone un grave problema interno. Y no solo desde el punto de vista económico, por condenar al país al envejecimiento, también social, porque muchas familias quieren tener hijos, pero las condiciones laborales no se lo permiten.
No tan diferentes a mamá y papá
¿Cuántas veces hemos mencionado con nuestros padres, y, por supuesto, entre amigos, la emancipación? Muchos de los jóvenes de hoy día lo hacen, se independizan por diferentes factores, pero otros muchos perduran en el nido familiar más de lo habitual.