Cada vez que toca cambiar la hora surge el mismo debate: ¿es necesario? ¿Tanto ahorramos con este ajuste? En este caso, el cambio tiene una particularidad: si dejamos los relojes en paz durante la noche del 24 al 25 de marzo, nos pondríamos en hora con otros países del meridiano de Greenwich.
1990, la generación maldita: excluida y atrapada entre dos crisis
El informe ‘Evolución de la cohesión social y consecuencias de la Covid-19 en España’ revela que ser joven está siendo en esta crisis un factor de riesgo de exclusión social. La peor parte de la crisis económica y social que ha dejado la pandemia ha recaído en...