Apunta la cámara y dispara. Analiza el resultado, le pone un filtro para cubrir las imperfecciones de su rostro y la sube a las redes sociales. Nerviosa, la aspirante a influencer espera a ver qué repercusiones tiene esta nueva apuesta fotográfica y empieza a contar los “me gusta” y los comentarios anhelando que el pequeño numerito llegue a las tres cifras, o tal vez más.
La violencia que sufren los niños se dispara por la falta de recursos en los hogares
La violencia contra los menores en el ámbito familiar está aumentando por las situaciones de tensión y desesperación que se viven en muchos hogares afectados por la crisis económica, según coinciden expertos del ámbito judicial y de organizaciones de defensa de la...