Para los que crecimos tarareando la melodía de Super Mario y soñábamos con rescatar a la princesa de Dragon’s Lair en los recreativos del barrio, compartir nuestra vieja afición con nuestros legítimos herederos es una suerte de conquista social. Y un placer inmenso.
Justicia para todos… menos para los mas pequeños
En estos días ha sido noticia los gritos desesperados de unos niños que se negaban a ir a visitar a su padre a México como así rezaba en una sentencia judicial. Sucedía en la localidad de Alboraya (Valencia) y de momento, la presión popular ejercida por los vecinos de...