El recién nacido viene al mundo programado para ser sensible a determinados estímulos que facilitan la construcción del vínculo materno, por ejemplo es más sensible a la voz femenina que a la masculina, a lo que tiene movimiento frente a lo estático, al rostro humano.
¿Qué será de nuestros hijos?
Circula por internet un pensamiento de Thomas Jefferson —siendo el tercer presidente de Estados Unidos— que es demoledor: “Si el pueblo permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y las instituciones que florecerán en torno a estos...