Cuando la persona no realiza una buena gestión de este proceso adaptativo, el cambio se experimenta de forma más intensa. Apareciendo así, síntomas de ansiedad, estrés, tristeza, apatía, falta de motivación, malestar, disminución del rendimiento, irritabilidad, insomnio, problemas de concentración, molestias gastrointestinales, tensión muscular, cansancio, dolor de cabeza, etc.
Mi mamá me trae el bocadillo
"Así es mi madre. Una mujer que nunca lo tuvo fácil, con una vida complicada, donde sus hijos íbamos a ser su gran obra personal a pesar nuestra. No iba a dejar que nos desanimáramos. No iba a dejar que nos dijeran que no podíamos con algo. Ya se iba a encargar ella...