La crisis demográfica que atraviesa España por la falta de nacimientos es un problema acuciante que no figura en la agenda de los partidos políticos y sólo se aborda de vez en cuando como proclama, que luego cae en el olvido.
Cuando toque salir de casa
En el mundo Coronavirus, en cambio, las cosas son distintas. No solo se ha vuelto a rezar, sino que la muerte no es ya esa palabra tabú que no se pronuncia ante los niños. Es una realidad y tiene nombres y apellidos.