Bienvenidos a la era de las mentes dispersas, de los cerebros a los que les cuesta centrar el foco, de las microconversaciones y la microatención, de personas que por momentos tienen la sensación de operar cual pollo sin cabeza en el ecosistema digital (cuando no, también, en la vida real).
Para educar hay que hablar
El otro día estuve observando a unos padres que estaban enseñando a su hijo de unos 5 o 6 años a montar en bici. Los padres iban colocando con precisión coderas, rodilleras, casco, protector bucal y, mientras, le iban explicando la importancia que tienen para prevenir...