Evitar errores, daños, golpes, caídas y fracasos no es bueno para los niños. Y menos lo es llevarles la mochila, evitar que vayan solos al colegio (o a comprar a la tienda de enfrente) o preguntar por whatsapp a otros padres los deberes para mañana. Probar y equivocarse forma parte de su aprendizaje.
«Hay que bajar las pensiones»: cómo España empezó a pensar que la culpa es de «los viejos»
Un reciente estudio publicado en Discourse & Society por dos investigadores de la Universidad de Sevilla muestra cómo a partir de 2021 se dispararon los mensajes edadistas en redes sociales como Twitter a casi el doble que antes de la pandemia. El síntoma de que la...