“Dame PIN”. La frase se pronuncia como un salvoconducto. La repiten, a modo de saludo, los que van a apostar a un local de Moncloa muy cerca de Ciudad Universitaria. Es un hormiguero de estudiantes. El chico que ha preguntado por el PIN es un universitario seriecito. Son las siete de la tarde y acaba de salir de clase. Aquí nadie enseña el DNI para entrar, pero sí para poder meter dinero en las máquinas que registran las apuestas.
El consumo de marihuana en el embarazo podría ocasionar niños más ansiosos y agresivos
Las mujeres “suelen pensar que fumar y beber durante el embarazo debe evitarse a toda costa, pero no el cannabis”, comentó Yoko Nomura, neurocientífica en el área del comportamiento en Queens College, Universidad de la Ciudad de Nueva York, y coautora del nuevo...