Las nuevas tecnologías crean nuevas formas de comunicarse y relacionarse, propagan el mundo, lo bueno y lo malo, reproduciendo por tanto con otras formas pero el mismo fondo el grave problema de la violencia machista. El uso de estos recursos ha ampliado el perímetro en el que se puede producir esta violencia, entendida no como agresión física sino psicológica, como el afán de control o venganza. Por ello, el Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial incluyó el pasado mes de noviembre los nuevos delitos de acoso y sexting en la Guía de Criterios de Actuación Judicial frente a la Violencia de Género.
El invierno demográfico acecha a Andalucía: un millón de habitantes menos en 50 años
La previsión, elaborada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), apunta además a un crecimiento vegetativo negativo provocado por la caída de la natalidad combinada con el fallecimiento de las generaciones nacidas entre los años sesenta y...