No creo que la generación de mis padres pasara tanto tiempo arrepintiéndose y pusiera tanta energía en ello; si los padres necesitaban mudarse, entonces el niño se mudaba. No recuerdo que agonizaran pensando a qué escuela asistiría el niño y, desde luego, que molestaran a los hijos en la escuela era un hecho de la vida; ningún padre se sentía directamente responsable por las interacciones sociales de los niños pequeños. Además, los accidentes pasaban, las visitas a la sala de emergencias pasaban, las suturas pasaban, a veces una y otra vez al mismo niño.
«Tras la muerte de mi mujer, solo pienso en suicidarme»
La soledad tiene rostro de mujer: el 70% de quienes la padecen lo son. Por otra parte, el 43% que padece esta situación tiene más de 65 años. No obstante, desde el Colegio Oficial de Psicología de Madrid explican que los jóvenes representan un colectivo cada vez más...