No creo que la generación de mis padres pasara tanto tiempo arrepintiéndose y pusiera tanta energía en ello; si los padres necesitaban mudarse, entonces el niño se mudaba. No recuerdo que agonizaran pensando a qué escuela asistiría el niño y, desde luego, que molestaran a los hijos en la escuela era un hecho de la vida; ningún padre se sentía directamente responsable por las interacciones sociales de los niños pequeños. Además, los accidentes pasaban, las visitas a la sala de emergencias pasaban, las suturas pasaban, a veces una y otra vez al mismo niño.
Dejar el móvil es fácil, si sabes cómo
Las cifras son claras: casi un tercio de los usuarios de smartphon están en alto riesgo de sufrir una adicción grave, según un estudio publicado el año pasado en la revista International Journal of Mental Health and Addiction. Otro estudio, realizado por Desconecta,...