Se las conoce como adicciones conductuales. No hay una sustancia concreta a la que engancharse, como ocurre con las drogas, pero sí se produce en la persona una dependencia similar a las provocada por la ingesta de estupefacientes. La adicción conductual se ha hecho más visible en una sociedad rendida al uso de las nuevas tecnologías, donde la adicción al juego ha encontrado un nuevo filón. El ordenador o los teléfonos inteligentes son la herramienta, como lo es la jeringuilla para el adicto a la heroína o el bar para el alcohólico.
El síndrome del corazón feliz o la muerte a causa de un momento de alegría extrema
Recientemente se caracterizó el síndrome del corazón feliz gracias a la publicación de un trabajo de colaboración alemana, italiana y mayoritariamente española en julio de 2022 en la prestigiosa revista Journal of the American College of Cardiology: Heart...