QUERIDOS CHICOS: Cuando leáis esta carta ya no estaré con vosotros en este mundo. He sido vuestro padre mientras vivía y no tengo intención de dejar de serlo ahora solo porque haya muerto. La paternidad no declina, ni siquiera por la circunstancia de la muerte. Aunque naturalmente muta y estas líneas son para explicar ese cambio.
La autonomía de los adolescentes
La complicada labor de educar a los hijos se hace más compleja cuando llegamos a la etapa de la adolescencia. Por si fuera poco, este período se viene adelantando cada vez más de manera que algunas demandas que años atrás se solían hacer alrededor de los dieciséis...