Sheryl Sandberg dejó Google para convertirse en jefa de operaciones de Facebook. Marisa Mayer dio el salto para convertirse en CEO de Yahoo. Pero quizás, solo quizás, si estas mujeres hubieran permanecido en sus empresas y hubieran sido ascendidas internamente, habrían recibido paquetes salariales más equitativos, reduciendo la importante brecha salarial de género que aún persiste en lo más alto de la escalera corporativa.
Es lo que se desprende de las conclusiones alcanzadas por un estudio empírico de la profesora del IESE Marta Elvira y Cristina Quintana-García publicado en ILR Review.