Por colores, por funciones, por utilidad, porque sí… Cada uno establece sus propias reglas y esas son las que valen. Los ordenados tienden a la justicia; los desordenados son más rebeldes y mucho más creativos.
El poderde la maternidad y la caída de la Natalidad
Más bien parece que las mujeres (y sus parejas) en las edades en las que esos deseos se plasman en propósitos, decisiones y acciones, consideran que no cuentan con cantidades suficientes de los tres recursos necesarios para la crianza: dinero, tiempo y esfuerzo.