Por colores, por funciones, por utilidad, porque sí… Cada uno establece sus propias reglas y esas son las que valen. Los ordenados tienden a la justicia; los desordenados son más rebeldes y mucho más creativos.
«Tenemos que ver cómo flexibilizamos al máximo el horario laboral»
"Hablamos del equilibrio de todas las cosas que queremos hacer en esas 24 horas que son las que son. Simplificando, hablamos de cuatro grandes usos del tiempo: el trabajo remunerado, el descanso, el ocio y el cuidado –de uno mismo y de los demás–. En medio de esto...