El elevado desempleo, el avance de la desigualdad y la robotización han hecho resurgir con fuerza la posibilidad de una renta básica como futuro del Estado de bienestar.
Las nuevas familias desplazan a las tradicionales, pero la economía no se ha dado cuenta
Los hogares monoparentales y sin hijos son mayoría y van a cambiar las pautas de trabajo y de consumo. Es necesario actualizar el sistema de protección social para responder a sus necesidades.