El término acuñado por el psicólogo británico, Andrew G. Marshall, describe a aquellas parejas sin grandes problemas, que se preocupan tanto de cuidar las apariencias que, al final, se convencen de que todo va bien. Ignoran las señales de alerta y deciden enterrar las dificultades en lugar de solucionarlas.
Mamá, quiero quedarme ciega
"¿Deberíamos impo"ner multas a quien se equivoque y diga a un ‘transciego’ cosas ofensivas para él, como ‘mira tú por dónde’ o ‘¡hasta la vista!’?".