Existe un juego que data de 1880 y que aún apasiona a los pequeños. Se llama plastilina y le damos la receta. Decimonónico, pero ‘hipster’.
Mamá, quiero quedarme ciega
"¿Deberíamos impo"ner multas a quien se equivoque y diga a un ‘transciego’ cosas ofensivas para él, como ‘mira tú por dónde’ o ‘¡hasta la vista!’?".